Boeing ha comenzado el ensamblaje final del primer 787-10, la versión más alargada del Dreamliner. La planta de la compañía en Charleston, Carolina del Norte, donde tiene su línea de ensamblaje, será la encargada de dar vida al primer prototipo del 787-10, uniendo las secciones del fuselaje y las alas del avión, además de equiparlo de sus sistemas eléctricos, hidráulicos e interior.
Se espera que el 787-10 haga su primer vuelo en 2017, lo que supondrá el inicio de las pruebas de certificación del avión, y del motor que estrenará esta versión del Dreamliner, ya que Rolls Royce ha introducido cambios en el Trent 1000 que equipan los 787, los que incluyen un nuevo compresor, una nueva turbina de mayor empuje y optimizaciones en el flujo de aire, todos estos cambios hechos a partir del Trent XWB, que equipa al Airbus A350. El Boeing 787-10, con 68,3 metros de longitud, es 11,6 metros más largo que el 787-8 y 5,5 metros que el 787-9, y sacrifica unos 2.000 kilómetros de alcance para ofrecer mayor capacidad de carga y de pasajeros, situándose en los 13.000 kilómetros con carga plena, incluidos 327 pasajeros en configuración de tres clases, o 396 en configuración de dos clases.
Se espera que el 787-10 termine su fase de certificación en 2017, y comience sus entrega en 2018, donde United Airlines será el cliente de lanzamiento, aunque se especula que Singapore Airlines sea finalmente el que reciba el primer avión. El mas alargado de los Dreamliner esta destinado a reemplazar en el catalogo de Boeing al 777-200ER, y competirá directamente con el Airbus A350-900, y ya ha recibido 154 ordenes, entre ellas 30 de Etihad Airways y 30 de Singapore Airlines como los pedidos mas grandes.