En la historia reciente, y sobretodo desde la segunda mitad del siglo pasado, el desarrollo industrial y la recuperación económica del Japón ha ido muy de la mano de los Estados Unidos, por lo que es normal que en materia de aviación, Boeing sea el claro dominante en el escenario japonés.
Dentro de los planes y estrategias de los estadounidenses para impulsar la industria de Japón, estaba la tercerización de muchos de los procesos de industriales y de fabricación de las empresas norteamericanas, y por supuesto, la industria aérea no se quedaria atras. La industria aeronáutica japonesa vio su auge antes y durante la Segunda Guerra mundial, donde a parte de algunos modelos de pasajeros, desarrollaron y construyeron cantidades enormes de aviones caza, bombarderos, hidroaviones, de reconocimiento y demas, todo destinado para fines militares, pero que tras la derrota, precisamente ante los americanos, tuvo una cruenta caída. Con el fin de reactivar la economía y la industria, y también para evitar el rearme nipón, se le permitió a empresas estadounidenses que terceriza parte importante de la fabricación con empresas japonesas, cosa que Boeing hizo con premura, permitiendo a empresas como Kawasaki Heavy Industries y Mitsubishi Heavy Industries un importante porcentaje de de la fabricación bajo licencia.
Este acople industrial entre Japón y Estados Unidos permitió que aerolíneas japonesas, como All Nippon Airways y Japan Airlines se convirtieran en clientes preferenciales de Boeing, donde aviones como los Boeing 747 y 767 tuvieron una gran e importante acogida. Ya para la década de 1970, el mercado japonés se convirtió en el principal de Boeing fuera de Estados Unidos; mientras que el fabricante concedía cada vez contratos mas grandes a la industria japonesa. Por un largo tiempo este vinculo hizo que la presencia de Boeing en las flotas de las aerolíneas japonesas fuera casi hegemónico, cerrandole por muchos años las puertas a otras compañías, entre ellas por su puesto, a Airbus.
Sin embargo, y en un embate industrial similar al que viene realizando Boeing hace décadas, Airbus ha salido de Europa y ha comenzado a fabricar importantes partes de sus aviones en territorio asiático, contando a China, Corea del Sur, y si, tambien Japón. La puerta de entrada de Airbus se abrió recién hasta esta década, primero con la familia A320, y ahora, con el A350, del cual el 20% se fabrica en Japón. Japan Airlines fue la primera aerolínea japonesa en encargar un avión de fuselaje ancho a Airbus, y significará el inicio de la diversificación de su flota, siendo actualmente completamente Boeing. Por su parte, ANA ya cuenta con aviones Airbus A320 y A321, si bien el Boeing 737 sigue siendo dominante en el pasillo único, y se le han concedido también el pedido por 3 Airbus A380-800, los cuales esperan recibir a partir de 2019.
A través de Mitsubishi Heavy Industries, en asocio con Toyota Motor Corporation, se esta desarrollando el MRJ-90, el cual sera el primer avión de pasajeros japonés en casi cuarenta años, reactivando entonces por completo la industria aeronáutica nipona. Si bien se ha avanzado enormemente en este proyecto, contando con mas de 200 órdenes y con cinco aviones operacionales en pruebas de vuelo, el nuevo avión japones a tenido que retrasar sus entregas mas de cinco años, pero que aun así remarca la voluntad japonesa de desprenderse un tanto de Boeing y buscar mejores y mas eficientes maneras de desarrollar sus mercados aeronáuticos.
Dentro de los planes y estrategias de los estadounidenses para impulsar la industria de Japón, estaba la tercerización de muchos de los procesos de industriales y de fabricación de las empresas norteamericanas, y por supuesto, la industria aérea no se quedaria atras. La industria aeronáutica japonesa vio su auge antes y durante la Segunda Guerra mundial, donde a parte de algunos modelos de pasajeros, desarrollaron y construyeron cantidades enormes de aviones caza, bombarderos, hidroaviones, de reconocimiento y demas, todo destinado para fines militares, pero que tras la derrota, precisamente ante los americanos, tuvo una cruenta caída. Con el fin de reactivar la economía y la industria, y también para evitar el rearme nipón, se le permitió a empresas estadounidenses que terceriza parte importante de la fabricación con empresas japonesas, cosa que Boeing hizo con premura, permitiendo a empresas como Kawasaki Heavy Industries y Mitsubishi Heavy Industries un importante porcentaje de de la fabricación bajo licencia.
Este acople industrial entre Japón y Estados Unidos permitió que aerolíneas japonesas, como All Nippon Airways y Japan Airlines se convirtieran en clientes preferenciales de Boeing, donde aviones como los Boeing 747 y 767 tuvieron una gran e importante acogida. Ya para la década de 1970, el mercado japonés se convirtió en el principal de Boeing fuera de Estados Unidos; mientras que el fabricante concedía cada vez contratos mas grandes a la industria japonesa. Por un largo tiempo este vinculo hizo que la presencia de Boeing en las flotas de las aerolíneas japonesas fuera casi hegemónico, cerrandole por muchos años las puertas a otras compañías, entre ellas por su puesto, a Airbus.
Sin embargo, y en un embate industrial similar al que viene realizando Boeing hace décadas, Airbus ha salido de Europa y ha comenzado a fabricar importantes partes de sus aviones en territorio asiático, contando a China, Corea del Sur, y si, tambien Japón. La puerta de entrada de Airbus se abrió recién hasta esta década, primero con la familia A320, y ahora, con el A350, del cual el 20% se fabrica en Japón. Japan Airlines fue la primera aerolínea japonesa en encargar un avión de fuselaje ancho a Airbus, y significará el inicio de la diversificación de su flota, siendo actualmente completamente Boeing. Por su parte, ANA ya cuenta con aviones Airbus A320 y A321, si bien el Boeing 737 sigue siendo dominante en el pasillo único, y se le han concedido también el pedido por 3 Airbus A380-800, los cuales esperan recibir a partir de 2019.
A través de Mitsubishi Heavy Industries, en asocio con Toyota Motor Corporation, se esta desarrollando el MRJ-90, el cual sera el primer avión de pasajeros japonés en casi cuarenta años, reactivando entonces por completo la industria aeronáutica nipona. Si bien se ha avanzado enormemente en este proyecto, contando con mas de 200 órdenes y con cinco aviones operacionales en pruebas de vuelo, el nuevo avión japones a tenido que retrasar sus entregas mas de cinco años, pero que aun así remarca la voluntad japonesa de desprenderse un tanto de Boeing y buscar mejores y mas eficientes maneras de desarrollar sus mercados aeronáuticos.