En todo el mundo existen ciertas rivalidades que son tan fuertes y perdurables, que se crean códigos entre cada una de las partes y los que hacen parte de ellas, pero en ocasiones surgen movimientos que podríamos llamar de "traición".
En este caso, el movimiento del máximo dirigente de American Airlines entra entre una de las grandes traiciones corporativas, pues Scott Kirby, el que hasta ayer era el presidente de American Airlines, ha dejado la compañía para inmediatamente asumir el mismo cargo en United Continental Airlines. Pasar de la presidencia de American a la de United, y de esta forma tan precipitada, podría compararse a un jugador que pasara del Barcelona al Real Madrid, de River Plate a Boca Juniors o de un piloto de Ferrari a Mercedes, pues es unirse a uno de los mas fervientes rivales de su antigua compañía. Este movimiento corporativo no ha pasado desapercibido en el plano estadounidense, y a sido el desencadenante del aumento del valor de las acciones de United en un 7%.