miércoles, 7 de diciembre de 2016

Spotting, el arte de fotografiar aeronaves

La actividad del spotting, es una de las más claras señas de la pasión o afición que puede suscitar el mundo de la aviación, puesto que su finalidad es fotografiar y contemplar aviones. Esta práctica, en donde convergen fotógrafos profesionales e inexpertos, ha venido en alza en los últimos años y logra atraer cada vez más personas. Aunque lo que atrae no es la práctica en sí, es el hecho de poder estar cerca del despegue y aterrizaje de los aviones, y ensordecerse con el sonido de sus motores.

En muchos aeropuertos alrededor del mundo, sus límites son el punto de encuentro para declarados aficionados a los aviones, que con equipos fotográficos, que van desde el celular hasta las más sofisticadas cámaras, se la pasan capturando a cuánto avión pasa. Y es algo que no solo los congrega en el aeropuerto local, la comunidad spotter en el mundo ha crecido y se ha organizado tanto, que son frecuentes los viajes fuera de las fronteras nacionales para ir a cazar aviones a otros destinos, ya sea por los recurrentes Encuentros o Convenciones que organiza esta comunidad, o por el simple hecho de querer capturar un avión en especial. 

Pero el spotter no solo se queda con el mero trabajo fotográfico, este ejercicio se ha extendido al registro de matriculas, aerolíneas, modelos, libreas y frecuencias, llegando a convertirse en expertos en el tema, y almacenando en sus páginas y grupos una tremenda cantidad de información acerca del escenario aeronáutico. Y es el ejercicio del spotter el que ha podido multiplicar considerablemente la cantidad de imágenes de aviones disponibles en Internet. Los spotter más dedicados y experimentados, además de contar algunos con equipo fotográfico bastante costoso, también se arman de las aplicaciones disponibles en los celulares para poder saber con anterioridad la hora de llegada de algún que otro avión y así poder anticiparse y tomar la mejor fotografía posible. Es considerable el dinero que los spotters pueden llegar a gastar en cámaras y accesorios cada vez más sofisticados, con un promedio de 500 dólares para un equipo decente, pero que se puede extender a los miles de dólares.  

Existen diversas páginas en Internet que se dedican a recoger todas estas imágenes producto del trabajo que los spotters realizan en su tiempo libre, y que han llegado a un nivel tan alto en sus estándares de fotografía, que cuentan con comités que evalúan la calidad de la misma, que comprueban los datos de la aeronave capturada y que dependiendo de si cumple con los estándares de calidad exigidos por la página, se publica o no la fotografía, y siendo a veces la cantidad de fotos publicadas en estas paginas medida de la calidad o experiencia del spotter. El ejercicio del spotter es meramente pasional, porque puede tomar o no la foto perfecta, la mayor satisfacción se la da poder contemplar el avión. 

Es tanto el crecimiento que ha tenido esta comunidad, que en algunos aeropuertos se han adaptado lugares y plataformas especiales para que los aficionados tengan una mejor visión de las aeronaves y puedan sentirse más cómodos. Sin embargo en algunos otros aeropuertos, las autoridades al desconocer el fin de esta actividad, impiden o dificultan las reuniones de spotters, es en Estados Unidos, Inglaterra y Francia donde el Spoting está mejor constituido. Aunque es tanta la pasión de estos entusiastas, que muchas veces el lugar o los obstáculos que tengan que sortear se vuelve irrelevante, el poder fotografiar y sentir pasar a estos tremendos aparatos les vale la molestia. Las comunidades y clubes de spotter están muy bien organizados en muchos países, y cuentan con niños y adultos, fotógrafos que no son fotógrafos, pero que al final están siempre unidos por una misma pasión.

Agradecimiento especial al Spotter colombiano Luis Eduardo Castañeda, quien ayudó con sus respuestas a constituir este articulo.