La empresa de motorización canadiense Pratt & Whitney no ha tenido la mejor de las fortunas con su nueva y prometedora gama de motores, los cuales ofrece a los fabricantes para sus aviones de pasillo único. La empresa se vio reconfortada, ya que después de verse excluida de los programas del Airbus A350 y del Boeing 777X, pudo encontrar un nicho de mercado en la cual ofrecer sus productos.
Fue Airbus la primera en contar con Pratt & Whitney, siendo una su carta de presentación para motorizar a sus nuevos A320neo. Pero desde allí comenzaron los problemas, ya que la primera aerolínea que recibió el avión, Lufthansa, comenzó a reportar problemas con el consumo de sus motores y con la fiabilidad de la caja de cambios, esto produjo que Qatar Airways finalmente renunciara a sus pedidos por el A320neo y que otras cambiaran sus motores por los suministrados por CFM.
Ahora es la también canadiense Bombardier la que se ve cercada por el rendimiento en la fabricación de los PW1500G, con los cuales Pratt & Whitney equipa sus nuevos CSeries, tanto el CS100 como el CS300. Bombardier ya ha entregado dos de sus nuevos CS100 a Swiss Air, y se espera que en la próxima semana se entregue el tercero, ademas dicen que a finales de año Air Baltic estrenara el CS300. Pero ahora el fabricante ha tenido que anunciar que deberán reducir la tasa de entrega de sus aviones para este año, bajando la cifra de quince a tan solo siete aparatos.
Desde Bombardier alegan que la principal razón para esto son los retrasos de su fabricante de motores, si bien dicen seguir teniendo confianza en el programa, y que junto con Pratt & Whitney trabajaran para solucionar pronto los problemas. Y es que Bombardier tiene mas de 300 pedidos firmes para sus nuevos CSeries así que su compromiso es mejorar el desempeño de las entregas, y tener una producción plena de 120 aviones anuales en 2020.